Un sismo de magnitud 7,7 sacudió este lunes el centro de México, con saldo de un muerto, justo en el día de los aniversarios de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017, considerados los dos más destructivos de la historia reciente en el país.

Apenas minutos después de que se realizara un simulacro para recordar las medidas preventivas en caso de un terremoto y conmemorar los sismos de este mismo día en 1985 y 2017, un nuevo movimiento telúrico generó pánico entre los habitantes de la capital y de estados del occidente y centro del país.

En el centro de la capital, varios edificios fueron desalojados para evaluar los daños que dejó el movimiento.

Primero se reportó de magnitud 6,8, pero después el Servicio Sismológico Nacional (SSN) dejó en 7,4 y, por último, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) estimó en 7,7.

De acuerdo con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en Manzanillo, Colima, una persona falleció por la caída de una barda de un centro comercial en dicha ciudad, siendo hasta ahora el único muerto reportado por este siniestro.

En Coalcoman, en el estado de Michoacán, donde fue el epicentro, solo hubo daños materiales confirmados por el gobernador estatal, Alfredo Ramírez Bedolla.

Según el SSN, el movimiento se registró alrededor de las 13.05 hora local (18.05 GMT) con epicentro a 63 kilómetros al sur de Coalcomán, Michoacán.

Desde entonces, se registraron más de 70 réplicas, con la mayor de magnitud de 7,1, reportó la CNPC.

En el centro de la Ciudad de México algunos inmuebles fueron desalojados por riesgo de colapso, mientras que en Coalcomán, el hospital Integral Comunitario de Maruata quedó con daños estructurales.

En tanto, en el multifamiliar de Tlalpan de Ciudad de México, uno de los inmuebles que resultaron más afectados, reportaron fugas de gas.

Además, hubo más de 40 reportes por crisis nerviosa en el número de emergencia 911 en la capital.

De acuerdo con las autoridades capitalinas, en el simulacro alrededor de 14.000 altavoces sonaron para dar aviso del supuesto movimiento telúrico que apenas minutos más tarde se hizo realidad.

El Gobierno mexicano encabezó el simulacro nacional que se realiza cada año desde el terremoto de 1985.

Millones de civiles, además de más de 16.000 policías y centenas de vehículos oficiales participaron en el ejercicio y evacuaron edificios, hogares, escuelas y lugares de trabajo para generar conciencia en este tipo de desastres naturales.

Sin embargo, los capitalinos no escondieron su nerviosismo y pánico, pues aunque sabían que se trataba de una simulación, estos ejercicios avivaron los recuerdos de los dos grandes terremotos que ha vivido el centro de México: el de 1985 hace 37 años y el de hace cinco años en 2017.