El suicidio se considera un problema de salud pública que requiere atención inmediata; es importante identificar toda amenaza e indicio de conducta suicida, presencia de pensamiento o intento y planes de autolesión; estás conductas están relacionadas con cualquier trastorno mental, principalmente con la depresión, dolor crónico, alteraciones emocionales agudas, entre otros. Toda amenaza o indicio de conducta suicida deber ser tomada con la seriedad que amerita, es conducta de riesgo, entre más temprano se identifique y aborde, hay más probabilidades de prevenir el hecho.
La OMS señala al suicidio como “un problema multifactorial que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales”. Existe una amplia lista de factores de riesgo (mhGAP/OMS) relacionados con la conducta suicida, entre los principales se mencionan los siguientes:
- Factores biológicos: Predisposición genética o enfermedades médicas como la epilepsia, cáncer, dolor crónico, esclerosis múltiple, VIH-SIDA, así enfermedades de reciente aparición etc.
- Trastornos psiquiátricos: Incluye trastornos afectivos (depresión y trastorno bipolar con los más altos porcentajes), alcoholismo y esquizofrenia, entre otros
- Antecedentes familiares: Presencia de familiares con intentos suicidas, suicidios, etc.
La Organización Mundial de la Salud -OMS-, estableció desde el año 2003, el 10 de septiembre de cada año como el “Día Mundial para la Prevención del Suicidio”. Esta organización de Naciones Unidas ha definido el suicidio como un acto deliberadamente, iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal, por lo que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social -MSPAS- hace un llamado a terminar con el estigma que sufren las personas con trastornos mentales o comportamiento suicida, debido a que esta es una de las principales barreras para prevenir esos hechos.
Marline Paz Castillo, Técnica Normativa del Programa de Salud Mental del MSPAS, indica “Es importante detectar a las personas que tienen ideas o intentos suicidas; ellas dicen sus intenciones, dan pistas y advierten, están indecisas a vivir o morir, desean apoyo para encontrar sentido a la vida”.
La conducta suicida no es egoísta, ni valiente, está vinculada a un alto grado de sufrimiento. El hablar sobre el suicidio puede ser una oportunidad para analizar la conducta autodestructiva y el sufrimiento emocional que tiene la persona; este es un hecho que no es voluntario, no es suficiente la fuerza de voluntad de la persona para superarlo, por lo que para quien lo padece es urgente la atención de un profesional especializado en salud mental.
La OMS apunta a “que la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de suicidio”. En el año 2021 se reportaron 498 suicidios en el país, la mayoría en los grupos en edad de 11 a 20 años y de 21 a 30 años.
Para prevenir el suicidio es importante estar atentos a quien piensa o dice lo siguiente: No puedo hacer nada, no lo soporto más, soy una perdedora o un perdedor, nadie me quiere, otros serán más felices sin mí, no valgo nada, soy carga, esta vida no vale la pena o estoy cansada o cansado de tanto problema. También cuando siente: tristeza, soledad, indefensión, desesperanza, impotencia, culpa, desvalorización o desgano.
Cuando un familiar tenga una crisis es necesario estar a su lado y no dejarle sola/o, ayudarle a encontrar a la persona que puede apoyarle, escuchar atentamente, sin crítica ni reproches, no opinar, evitar discutir, no enfrentar, motivar la búsqueda de posibles soluciones, evitar el contacto con insecticidas, plaguicidas, armas y medicamentos entre otros otros.
Si usted presenta estas señales debe buscar ayuda y orientación, hablar con alguien de su confianza, ubicarse en lugares ventilados e iluminados, dejar lugares de encierro y soledad, mantener la autoestima y no consumir sustancias dañinas como alcohol, tabaco u otras drogas.
Es importante la recreación y actividad física, alimentación saludable, acciones nuevas, sonreír y la carcajada, descanso y tiempo libre, resolución de conflictos por la vía pacífica, vivir en armonía y la búsqueda de diferentes soluciones para resolver problemas.