Solo siete escaños separan al Partido Republicano de arrebatarle el control de la Cámara de Representantes a los demócratas, en unas elecciones en las que el conteo de votos avanza lento.
Las proyecciones de los medios estadounidenses este viernes señalan que los conservadores cuentan con 211 escaños de los 218 necesarios para tener la mayoría en la Cámara Baja, mientras que al Partido Demócrata le otorgan entre 191 y 198 escaños, todavía muy lejos de alcanzar la mayoría necesaria para mantener el control.
Tres días después de las elecciones de medio mandato, el control de ambas cámaras del Congreso aún está en juego, con varias contiendas sin resolverse.
En el Senado, siguen pendientes los resultados de dos estados clave, Nevada y Arizona, mientras que en Georgia tendrá que celebrarse una segunda vuelta en diciembre.
Actualmente, las proyecciones dan 48 senadores a los demócratas, que hoy tienen el control de la cámara con la mitad de los senadores y el voto de desempate de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y 49 a los republicanos.
Y en la Cámara de Representantes las sillas se van coloreando de rojo o azul muy lentamente porque, como señalan medios como la CNN, las carreras de la Cámara Baja que aún no se han proyectado se encuentran en estados con una cantidad significativa de votos por contar, como California, Arizona y Oregón.
Esto implica que pasará «algún tiempo» antes de que se determine el control de la Cámara, señala la emisora.
En Nevada, por ejemplo, las autoridades han reconocido que faltan todavía por contar más de 300.000 votos, que llegaron por correo.
Según el Washington Post, aunque los republicanos siguen confiando en que ganarán la Cámara por un estrecho margen, hay varias contiendas en los estados occidentales que se están decantando en favor de los demócratas, «lo que le da al partido una oportunidad para retener el control».