Las autoridades de Nicaragua han prohibido la entrada al país al delegado de la Agencia EFE en Managua, el nicaragüense Luis Felipe Palacios, cuando se disponía a regresar a la nación centroamericana después de un viaje de trabajo en Panamá.

Palacios, que comenzó a trabajar en EFE en 2006 y fue nombrado delegado de la agencia en Nicaragua en 2011, no pudo abordar el pasado 21 de noviembre en Miami (EEUU) el vuelo directo en el que iba a regresar a su país, porque, según le comunicó la compañía aérea, las autoridades nicaragüenses le habían denegado la entrada.

«Le compartimos que la solicitud de ingreso no ha sido autorizada por las autoridades de Migración y Extranjería de Nicaragua. No le será permitido embarcar», según el correo electrónico que remitió al delegado de EFE en Nicaragua la aerolínea Avianca.

El periodista, de 44 años, había asistido en Panamá a los actos conmemorativos del 50 aniversario de la presencia de EFE en Centroamérica, en los que participó la presidenta de la agencia, Gabriela Cañas, así como el resto de delegados del medio de comunicación en los países centroamericanos y otros altos directivos.

Una larga trayectoria profesional

Luis Felipe Palacios, que antes de incorporarse a EFE trabajó entre 2002 y 2006 en el diario La Prensa, ha cubierto para la agencia los acontecimientos más importantes ocurridos en Nicaragua en las últimas décadas, como la crisis que vive el país tras las protestas de 2018, cumbres presidenciales o catástrofes naturales, entre ellas el paso del huracán «Felix» en 2007.

El delegado de EFE ha seguido además otros asuntos informativos, como la concesión de asilos a miembros de las FARC o la ruptura de relaciones con Colombia por un ataque en territorio ecuatoriano o la crisis con Honduras tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009.

Licenciado en Comunicación Social, con la especialidad de prensa escrita, Luis Felipe Palacios es un periodista multimedia que ha cubierto también festivales de poesía o ha entrevistado a artistas, cantantes o escritores.

Desde el pasado 19 de agosto se agrava la situación de Derechos Humanos en Nicaragua con la interrupción violenta y sin justificación  de la Curia Episcopal de Matagalpa, Nicaragua con la privación de libertad del Obispo Rolando José Álvarez a cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo.

Las organizaciones explican que este no es un hecho aislado y se da en mismo sentido de varios ataques, acoso y criminalización por parte del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la Iglesia Ortega debido a que han desempeñado un rol en la defensa de los Derechos Humanos.   

También, el 18 de agosto fueron detenidos tres sacerdotes y procesados por delitos comunes en la Dirección de Auxilio Judicial, mejor conocida como El Chipote. Cabe mencionar que entre 2019 y 2022 tres sacerdotes fueron obligados al exilio . 

Por todos estos casos de violaciones de los derechos humanos reafirma la intolerancia del régimen y su incapacidad de administrar opiniones diferentes a la oficial, generando procesos sistemáticos de violaciones a los derechos humanos a múltiples sectores de la ciudadanía

Por lo que el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica expresan: “repudio a la represión sistemática generada por el gobierno nicaragüense en contra de personas pertenecientes a la Iglesia Católica, por lo que condenamos enérgicamente el asalto ocurrido en la madrugada del viernes en la Curia Episcopal de Matagalpa” expresaron en un comunicado.

También expresaron que rechazan los abusos por parte de la Policía Nacional Civil de Nicaragua y la comunicación en la que justifican el abuso de autoridad en perjuicio del Obispo Álvarez y la iglesia acusándolos, sin ningún fundamento, de realizar actividades desestabilizadoras y provocadoras en contra del gobierno.

En el comunicado exigen “la liberación inmediata” del camarógrafo Sergio Cárdenas, de los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Sequeira, así como del Padre José Luis Díaz, Padre Ramiro Tijerino, Padre Sadiel Eugarrios, y del Padre Raúl González quienes están recluidos en la prisión El Chipote desde el viernes 6 .

También hacen un llamado a la comunidad internacional a “condenar y a estar atenta a los constantes atropellos a los derechos humanos de la ciudadanía nicaragüense y miembros de la iglesia” y piden un cese de este tipo de acciones.