La selección de Japón dio la campanada este miércoles al imponerse por 1-2 a la todopoderosa Alemania gracias sobre todo al aporte de dos jugadores salidos del banquillo: Ritsu Doan y Takuma Asano.
El conjunto germano se adelantó en la primera mitad a través de un penalti que transformó Ilkay Gundogan en el minuto 33 cometido de forma un tanto inocente por el guardameta nipón.
El equipo entrenado por Hansi Flick estuvo liderado por Thomas Müller y Gundogan, pero también por un joven Jamal Musiala que tuvo en sus botas el segundo en una brillante acción individual. Alemania dispuso de varias ocasiones para aumentar su ventaja, pero perdonó y acabó pagándolo.
De hecho, el VAR evitó que al descanso se llegara con una ventaja mayor al anular por fuera de juego un tanto de Kai Havertz. Además, Gnabry y Gundogan estrellaron dos disparos en el palo.